El realizador norteamericano Richard Fleischer falleció el pasado 23 de Marzo a los 89 años de edad. Ya no llegamos a tiempo para presentarle nuestros respetos a su viuda. Hizo películas de casi cualquier género, como comedia con un tipo que habla con los animales y bichos en general Dr. Dolitle (1967), el cine bélico Tora,tora,tora (1970) o el western Fuga sin fin (1971) y por supuesto el cine fantástico y aventurero.
Suyas son, por ejemplo 20.000 leguas de viaje submarino (1954), una producción Disney con los personajes y situaciones del escritor Jules Verne, que contó con James Mason como el Capitán Nemo y Kirk Douglas como el intrepido ballenero de camiseta de rayas a lo Jean Paul Gaultier Ned Land. A recordar la escena del pulpo gigante que ataca el Nautilus, que costó 250.000 dólares y fue uno de los grandes atractivos del film.
El papá de Michael Douglas también fue el protagonista junto a Tony Curtis de Los vikingos (1958), una entretenida cinta con un Kirk tuerto que peleaba espadón en mano contra Curtis y que saltaba cual saltimbanqui de El Circo del Sol por encima de los remos de un drakar en plena navegación.
En Viaje alucinate (1966), Raquel Welch acompañaba a tres maromos al interior del cuerpo humano. Conveniente miniaturizados, naturalmente. Clarísimo precedente de El chip prodigioso, pero en lugar de Dennis Quaid, con las hechuras, y las carnes magras de una Raquel Welch en el cenit de su lozanía.
No solo realizó películas de aventurillas y ciencia ficción ligera, también cultivó el mal rollo psicológico de la mente de los asesinos en serie con films como El estrangulador de Boston (1968), con un Tony Curtis haciendo de chalado en un cambio de registro actoral que muchos y muchas no se esperaban. También cerró la trilogía futuristico-pesimista de Charlton Heston compuesta por El planeta de los simios de F. J. Schaffner, El último hombre vivo de Boris Sagal y Cuando el destino nos alcance.
Ya al final de su carrera, Fleischer rodó la secuela del Conan de Millius, Conan el destructor (1984), con el gobernador de Karloffornia Don Arnoldo, el jugador de la NBA Richard Chamberlain y la ¿modelo?, ¿actriz?, ¿cantante?, Grace Jones. A pesar de tener el guión de los Marvel men; Roy Thomas y Gerry Conway, no nos engañemos, la buena es la de John Millius. Un año después Swarzenegger repitió en El guerrero rojo (1985), coprotagonizada por una joven Brigitte Nielsen, ex señora de Stallone. Es la tercera de la trilogía de los Conan fílmicos, que instauró la moda del cine de espada y Brujería en las pantallas de las salas y los videoclubes de medio mundo.
En fin, Sr. Fleischer, gracias por su cine.

Descanse usted en paz.

Jesús Bernal